No hay un solo yoga, hay uno para ti
Cuando alguien me dice “quiero empezar yoga, pero no sé por dónde”, siempre respondo lo mismo: “Depende de lo que estés buscando.”
Porque una de las bellezas del yoga es que no hay una única forma de practicarlo y existen diferentes estilos de yoga y sus beneficios son diferentes. Hay estilos más físicos, más suaves, más meditativos, más dinámicos, más energéticos… y todos son yoga.
A veces creemos que yoga es solo posturas exigentes o secuencias rápidas que vemos en redes sociales, pero eso es solo una pequeña parte. Cada estilo ofrece un camino diferente para conectar contigo, descubre estilos de yoga según el momento en el que estés, tu energía, tu cuerpo, y tus necesidades emocionales.
Quizás estés buscando recuperar flexibilidad, aliviar ansiedad, fortalecer tu cuerpo, soltar tensiones o simplemente darte un espacio cada semana para respirar. Sea cual sea tu razón, hay un estilo de yoga que puede acompañarte.
En este artículo te contaré los principales estilos de yoga que puedes encontrar, explicando sus características, su energía, y qué tipo de beneficios ofrecen. No para que elijas “el mejor”, sino para que descubras cuál resuena contigo.
Porque en yoga no hay jerarquías ni puntos por esfuerzo. Solo hay una práctica que, cuando se siente como tuya, empieza a transformar tu manera de estar en el cuerpo, en la mente… y en la vida.
Hatha yoga: la base equilibrada
Si el yoga fuera una casa, Hatha sería el suelo firme sobre el que se construyen muchos de los demás estilos. Es uno de los sistemas más antiguos y completos, y a la vez uno de los más accesibles, tanto para principiantes como para quienes buscan una práctica profunda sin necesidad de moverse rápido.
La palabra “hatha” viene del sánscrito y une dos energías opuestas pero complementarias:
- “Ha” = sol, energía activa
- “Tha” = luna, energía pasiva
Así que Hatha yoga busca justamente eso: el equilibrio entre fuerza y suavidad, esfuerzo y descanso, cuerpo y mente.
¿En qué consiste una clase de Hatha yoga?
- Las posturas (asanas) se mantienen durante varios ciclos de respiración, permitiendo una conexión más profunda con cada forma.
- Se trabaja la alineación, la estabilidad y la concentración en cada postura.
- Se integran técnicas de respiración (pranayama) y a menudo una breve meditación o relajación al final.
- El ritmo es más pausado, lo que permite sentir y ajustar sin prisas.
Beneficios principales:
- Mejora la flexibilidad y la fuerza de forma progresiva
- Ayuda a calmar la mente y reducir el estrés
- Aumenta la conciencia corporal y la postura
- Es ideal para principiantes o para quienes vuelven tras un tiempo de inactividad
- Crea una base sólida si luego quieres explorar otros estilos más dinámicos
¿Para quién es?
Para ti si…
- Quieres empezar con buen pie en el yoga
- Prefieres un ritmo más lento pero no menos profundo
- Te interesa conectar con tu cuerpo sin agotarte
- Buscas una práctica equilibrada y con enfoque integral
Vinyasa yoga: fluidez y dinamismo en movimiento
Si Hatha es el yoga de la pausa consciente, Vinyasa es el yoga del flujo consciente. En este estilo, las posturas se enlazan en secuencias dinámicas guiadas por la respiración, creando una práctica fluida, creativa y viva.
La palabra “vinyasa” en sánscrito significa “colocar de manera consciente”, lo que refleja la esencia de esta práctica: cada movimiento tiene un propósito y se coordina con una inhalación o una exhalación.
¿En qué consiste una clase de Vinyasa yoga?
- Las secuencias varían de una clase a otra, por lo que no hay una estructura fija (a diferencia del Ashtanga).
- El ritmo puede ser suave o intenso, según el enfoque del profesor/a.
- La respiración es la guía: cada transición se hace al compás de la inhalación o exhalación.
- Suele incluir saludos al sol, transiciones fluidas y una relajación final.
Una clase de Vinyasa puede sentirse como una especie de meditación en movimiento: el cuerpo se activa, la mente se enfoca y la energía se libera.
Beneficios principales:
- Mejora la resistencia y la coordinación
- Aumenta la fuerza, la movilidad y la flexibilidad
- Desarrolla la conciencia respiratoria y la atención plena
- Ayuda a liberar tensiones físicas y emocionales
- Puede adaptarse a distintos niveles e intensidades
¿Para quién es?
Para ti si…
- Te gusta moverte y sudar, pero también conectar con tu respiración
- Buscas una práctica creativa, fluida y con energía
- Tienes algo de experiencia previa o te apetece explorar con curiosidad
- Te ayuda más “hacer para calmarte” que quedarte quieta desde el principio
Ashtanga yoga: disciplina, estructura y transformación
Ashtanga yoga es un estilo intenso, estructurado y profundamente transformador, tanto a nivel físico como mental. Creado y sistematizado por Sri K. Pattabhi Jois, se basa en una serie fija de posturas que se practican siempre en el mismo orden, enlazadas por el aliento y el movimiento (vinyasa).
La palabra “ashtanga” significa literalmente “ocho miembros”, en referencia al camino del yoga descrito por Patanjali: un sistema completo que abarca desde la ética personal y la disciplina hasta la meditación y la realización espiritual. Pero aquí nos centraremos en el Ashtanga como estilo de práctica física.
¿En qué consiste una clase de Ashtanga yoga?
- Se practica una secuencia establecida, empezando por la Primera Serie (Yoga Chikitsa, o “yoga terapéutico”).
- Cada postura se sostiene durante cinco respiraciones y se conecta a la siguiente mediante una transición (vinyasa).
- Se trabaja con la respiración ujjayi, los bandhas (cierres energéticos) y el drishti (punto de enfoque visual).
- Puede practicarse en grupo, con guía verbal, o en formato Mysore, donde cada persona practica a su ritmo y el profesor/a asiste individualmente.
Es una práctica exigente, tanto física como mentalmente, pero muy potente en cuanto a autoconocimiento, disciplina y evolución personal.
Beneficios principales:
- Mejora la fuerza, la flexibilidad y la resistencia
- Ayuda a desarrollar una práctica personal sólida
- Estimula la concentración y la autodisciplina
- Crea una conexión profunda con la respiración
- Establece una rutina transformadora a largo plazo
¿Para quién es?
Para ti si…
- Te gustan los retos y tienes constancia
- Buscas una práctica estructurada, con progresión clara
- Te interesa construir una práctica personal, más allá de las clases dirigidas
- Estás lista/o para una práctica que requiere compromiso y atención
Yin yoga: quietud profunda para cuerpo y mente
En un mundo acelerado, Yin yoga es una invitación a parar, a soltar y a simplemente ser. Este estilo se centra en la quietud, en la escucha y en el trabajo profundo del tejido conectivo —como los ligamentos, fascias y articulaciones— a través de posturas pasivas mantenidas durante varios minutos.
A diferencia de estilos más dinámicos como Vinyasa o Ashtanga, donde se moviliza la energía yang (activa), Yin trabaja desde lo opuesto: lo suave, lo receptivo, lo interior.
¿En qué consiste una clase de Yin yoga?
- Se practican posturas en el suelo, mantenidas entre 3 y 7 minutos, sin esfuerzo muscular.
- Se busca llegar al tejido profundo a través de la gravedad y la entrega.
- El foco está en observar lo que surge mientras sostenemos la postura: sensaciones, emociones, pensamientos.
- A menudo se apoya con elementos como cojines, mantas o bloques para facilitar el descanso total.
Es una práctica profundamente meditativa, en la que el cuerpo se abre poco a poco y la mente aprende a estar con lo que es, sin huir ni querer cambiarlo.
Beneficios principales:
- Mejora la movilidad articular y la flexibilidad pasiva
- Estimula el sistema parasimpático (relajación profunda)
- Ayuda a liberar tensiones físicas y emocionales acumuladas
- Desarrolla paciencia, introspección y capacidad de estar en el presente
- Es excelente para equilibrar prácticas más activas o para momentos de fatiga
¿Para quién es?
Para ti si…
- Necesitas parar, soltar y conectar contigo desde otro lugar
- Quieres una práctica más meditativa que física
- Estás atravesando momentos de estrés, ansiedad o cansancio crónico
- Te interesa cuidar tus articulaciones y trabajar desde la fascia
Restorative yoga: el arte de soltar y regenerar
Restorative yoga es una medicina suave para un mundo que exige demasiado.
Más que una práctica física, es un acto de autocuidado profundo. Aquí, el objetivo no es estirar ni fortalecer, sino descansar de verdad, en un nivel tan profundo que el cuerpo pueda regenerarse y el sistema nervioso pueda resetearse.
A veces se confunde con Yin yoga, pero aunque comparten la quietud y el uso de posturas pasivas, Restorative va aún más allá en términos de descanso y apoyo completo. En cada postura, el cuerpo está completamente sostenido por accesorios para que no haya ninguna tensión muscular.
¿En qué consiste una clase de Restorative yoga?
- Se utilizan mantas, bloques, bolsters, cinturones y otros elementos para crear una sensación de contención total.
- Las posturas se mantienen entre 5 y 20 minutos, en total inmovilidad.
- Se respira de forma natural, a veces acompañada por técnicas de relajación guiada o meditación.
- La práctica se realiza casi exclusivamente en el suelo, en un entorno de calma total (luz tenue, silencio, música suave…).
Es ideal para momentos de agotamiento físico, emocional o mental, cuando lo único que realmente necesitamos es ser sostenidos.
Beneficios principales:
- Relaja profundamente el sistema nervioso
- Mejora la calidad del sueño y la capacidad de descanso
- Ayuda en procesos de ansiedad, duelo o estrés crónico
- Suaviza tensiones musculares y emocionales
- Activa la capacidad natural del cuerpo para regenerarse
¿Para quién es?
Para ti si…
- Te cuesta descansar incluso cuando tienes tiempo
- Estás en momentos de estrés, enfermedad o recuperación
- Quieres un espacio seguro y amoroso para soltar el control
- Buscas una práctica de yoga restaurativa en el sentido más literal
Iyengar yoga: precisión, alineación y conciencia corporal
Iyengar yoga es el arte de la precisión.
Creado por B.K.S. Iyengar, este estilo se basa en una comprensión profunda de la alineación del cuerpo en cada postura, combinando rigor técnico con una atención plena al detalle que transforma la forma en una experiencia de conciencia pura.
A primera vista, puede parecer un estilo “serio” o incluso estricto, pero en realidad es una vía poderosa para desarrollar fuerza, estabilidad y sensibilidad corporal, ideal tanto para practicantes nuevos como avanzados que quieran refinar su práctica.
¿En qué consiste una clase de Iyengar yoga?
- Las posturas se mantienen durante más tiempo que en estilos dinámicos, lo que permite ajustarlas con precisión y profundizar en la alineación.
- Se utilizan numerosos elementos de apoyo (bloques, cintas, sillas, mantas, paredes) para adaptar cada postura a la anatomía y condición de cada persona.
- El enfoque es metódico y pedagógico: se enseña cómo hacer, para qué, y qué evitar.
- Aunque la práctica puede ser exigente, se adapta muy bien a personas con lesiones o necesidades específicas gracias a su enfoque terapéutico.
Beneficios principales:
- Mejora la alineación postural y la consciencia corporal
- Fortalece y estabiliza sin necesidad de ritmo rápido
- Ayuda a prevenir y rehabilitar lesiones
- Desarrolla enfoque mental, paciencia y disciplina
- Permite profundizar en la comprensión de cada postura
¿Para quién es?
Para ti si…
- Eres detallista y disfrutas comprendiendo el “por qué” de cada movimiento
- Quieres prevenir o trabajar con lesiones de forma segura
- Buscas una práctica exigente pero pausada
- Te interesa desarrollar una base sólida y profunda en la técnica
Kundalini yoga: energía, respiración y despertar interno
Kundalini yoga es una práctica vibrante, energética y profundamente transformadora.
A menudo se la conoce como el yoga de la conciencia, porque su enfoque va más allá del cuerpo físico: busca despertar el potencial energético y espiritual que todos llevamos dentro, a través de la respiración, el sonido, el movimiento y la meditación.
La palabra kundalini se refiere a una energía latente que, según la tradición, reside en la base de la columna vertebral. Esta práctica tiene como objetivo activar esa energía y elevarla por los centros energéticos del cuerpo (chakras), generando una expansión de conciencia.
¿En qué consiste una clase de Kundalini yoga?
- Se trabajan kriyas, que son series específicas de ejercicios físicos, respiratorios y vocales con un propósito concreto (por ejemplo, liberar el miedo, equilibrar el sistema nervioso o fortalecer el corazón).
- La respiración es central, especialmente técnicas como kapalabhati (respiración de fuego) o anuloma viloma (respiración alterna).
- Se incluyen mantras, mudras y meditaciones con los ojos cerrados y foco interno.
- La clase suele ser intensa a nivel energético, pero accesible físicamente, ya que no se basa en posturas complejas.
Beneficios principales:
- Estimula y equilibra el sistema nervioso y endocrino
- Aumenta la vitalidad y la claridad mental
- Libera bloqueos emocionales y energéticos
- Potencia la intuición y el enfoque interior
- Fortalece el sistema inmune y mejora el estado de ánimo
¿Para quién es?
Para ti si…
- Te interesa trabajar más allá del cuerpo físico
- Te sientes atraída por prácticas espirituales o energéticas
- Quieres desbloquear emociones o reconectar con tu intuición
- Buscas una práctica intensa pero diferente a lo físico tradicional
Power yoga: fuerza, resistencia y vitalidad
Power yoga es vigor, presencia y determinación.
Inspirado originalmente en el Ashtanga yoga, este estilo fue adaptado en los años 90 para ofrecer una práctica más libre, física y accesible, sin perder la intensidad ni la conexión con la respiración. El resultado es una clase activa, desafiante y energizante, perfecta para quienes quieren moverse, sudar y sentirse más vivos que nunca.
No sigue una secuencia fija, como Ashtanga, pero mantiene su espíritu dinámico. Las clases de Power yoga suelen variar según el profesor o la escuela, pero todas tienen en común un enfoque fuerte en el trabajo físico consciente y en el fortalecimiento del cuerpo.
¿En qué consiste una clase de Power yoga?
- Se combinan posturas de pie, equilibrios, transiciones fluidas y secuencias exigentes.
- Se trabaja intensamente la fuerza muscular, la resistencia cardiovascular y la concentración.
- La respiración consciente (normalmente ujjayi) acompaña cada movimiento.
- Suele haber muy pocos descansos: el objetivo es mantener el cuerpo activo y la mente enfocada.
Aunque el ritmo es elevado, no se pierde la atención plena: es una práctica fuerte, pero con intención.
Beneficios principales:
- Mejora la fuerza, el equilibrio y la resistencia
- Estimula el metabolismo y aporta energía
- Ayuda a liberar tensiones físicas acumuladas
- Fortalece el foco mental y la disciplina
- Ideal para quienes buscan un entrenamiento completo con conciencia
¿Para quién es?
Para ti si…
- Te gusta una práctica exigente y con ritmo
- Quieres trabajar cuerpo y mente al mismo tiempo
- Buscas una alternativa consciente a otras formas de ejercicio intenso
- Tienes buena salud física y te gusta el desafío
Yoga nidra: meditación guiada para el descanso consciente
Yoga nidra, también conocido como “el sueño yóguico”, no es una práctica física sino una meditación guiada en estado de relajación profunda, que te lleva a ese espacio entre el sueño y la vigilia, donde el cuerpo descansa profundamente pero la mente permanece consciente.
A través de esta técnica, se activa el sistema parasimpático (el de la calma y la restauración), lo que permite liberar tensiones profundas —físicas, emocionales y mentales— y acceder a niveles de percepción muy sutiles. No se trata de quedarse dormida, aunque puede suceder, sino de reposar en un estado de atención sin esfuerzo.
¿En qué consiste una sesión de Yoga nidra?
- Se realiza tumbada boca arriba en savasana, en quietud total.
- Un guía conduce la práctica con su voz, llevándote por distintas fases:
- Escaneo corporal (rotación de conciencia)
- Atención a la respiración
- Visualizaciones simbólicas o arquetípicas
- Sankalpa (intención positiva)
- No hay movimiento ni esfuerzo: solo receptividad.
- La práctica suele durar entre 20 y 45 minutos.
Aunque no se mueve el cuerpo, la experiencia puede ser profundamente restauradora, reveladora y terapéutica.
Beneficios principales:
- Regenera el sistema nervioso y mejora el sueño
- Reduce la ansiedad, el estrés y la fatiga crónica
- Fortalece la capacidad de concentración y enfoque
- Permite trabajar a nivel subconsciente con intención (sankalpa)
- Aporta una sensación profunda de paz y conexión interior
¿Para quién es?
Para ti si…
- Estás buscando descanso verdadero, no solo “desconexión”
- Quieres trabajar tu mente desde un espacio seguro y guiado
- Sufres de insomnio, ansiedad o cansancio crónico
- Te interesa meditar, pero te cuesta hacerlo en silencio o sentada
Cómo elegir tu estilo: según tus necesidades físicas, emocionales y vitales
Después de conocer los diferentes estilos de yoga, es natural preguntarse:
¿Y ahora, cuál elijo? ¿Cuál es “mejor” para mí?
La respuesta es simple y compleja a la vez: el mejor estilo de yoga es el que te sostiene en el momento que estás viviendo.
Tus necesidades pueden variar según el día, la etapa de la vida o incluso tu estado emocional o energético. Por eso, no hay una sola práctica ideal, sino muchas posibles según lo que necesites cultivar, soltar o despertar.
Todos los caminos llevan a ti
Después de explorar tantos estilos de yoga —tan distintos en forma, ritmo, energía e intención— podrías pensar que debes elegir “el correcto”. Pero aquí viene el secreto más bonito: todos los caminos llevan a ti.
No importa si tu práctica es intensa o suave, si te mueves o permaneces quieto, si repites una serie cada día o te dejas fluir por lo que sientes. Mientras estés presente, mientras escuches tu cuerpo y tu respiración con honestidad, ya estás practicando yoga.
El yoga no es una etiqueta ni una forma de moverse. Es una forma de habitarte, de volver a ti una y otra vez, con más conciencia, más calma y más verdad.
Así que explora, cambia, combina, escucha. Y sobre todo, recuerda que la práctica no se trata de llegar a una postura perfecta, sino de encontrarte en el camino.